CAPITULO 23. PRESENTACIÓN DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO


Prof. Dr. D. Víctor Manuel López-Menchero Bendicho

Laboratorio de Arqueología, Patrimonio y Tecnologías Emergentes. LAPTE
Universidad de Castilla-La Mancha. UCLM. Ciudad Real. España.



“El éxito de un museo no se mide por el número de visitantes que recibe sino por el número de visitantes a los que ha enseñado alguna cosa. No se mide por el número de objetos que expone, sino por el número de objetos que los visitantes han logrado aprehender en un entorno humano. No se mide por su extensión, sino por la cantidad de espacio que el público de manera razonable pueda recorrer en aras de un verdadero aprovechamiento. Eso es el museo.”

Riviére, 1993: 9-10.



¿Pero para qué y para quién se hace la arqueología? ¿Para la propia comunidad arqueológica y para crear un discurso de poder y de autoridad propio de una élite, que no sea entendido por el resto de las personas? ¿O para construir una historia que no aparece en los documentos escritos, pero que debe ser conocida por todos, y estar incluida en la historia oficial que se enseña en los colegios primarios y secundarios?”

Miotti y Carden, 2006: 311.


“…es necesario cambiar el paradigma por el cual el discurso museológico ayuda a explicar e interpretar los objetos y las colecciones por un nuevo modelo en donde los objetos y las colecciones ayudan a trasmitir un mensaje. Un nuevo modelo en el que enseñar para aprender se convierte en una función primordial, en el que el objeto cede protagonismo al sujeto y dentro de esta misma idea el sujeto comienza a valorar de una forma distinta los objetos comprendiendo realmente su importancia”

Espinosa, 2003: 9.


BREVE DESCRIPCIÓN DE LOS CONTENIDOS

El presente capítulo, el cual inaugura el nuevo bloque temático dedicado a la Presentación e Interpretación del Patrimonio, nos presenta las nociones básicas de la presentación e interpretación del patrimonio arqueológico, incluido todo lo que tiene que ver con el diseño y planteamientos necesarios para musealizar un espacio arqueológico de una forma moderna y acorde con las corrientes de pensamiento más novedosas.



OBJETIVOS ALCANZADOS

Tras el trabajo con la temática, así como con las actividades propuestas, análisis de los recursos anexos, y sobre todo tras la tutoría personalizada con el Prof. López-Menchero, he logrado adquirir y afianzar las siguientes aptitudes:

  • Conocimiento de la teoría general de la interpretación y presentación del patrimonio arqueológico.
  • Conocimiento de las técnicas y posibilidades de la presentación del patrimonio arqueológico.
  • Y ante todo, capacidad de análisis crítico sobre el uso de tecnologías emergentes en las instalaciones museísticas.




DATOS DE INTERÉS ASIMILADOS

CONCEPTOS

Public Archaeology. Arqueología Pública es una corriente centrada en el estudio de las relaciones entre Arqueología y Sociedad desde todas las perspectivas. Para ello analiza las relaciones entre la sociedad contemporánea y la arqueología tratando de mejorar el entendimiento mutuo y la propia disciplina. Jaime Almansa, editor de Online Journal in Public Archaeology, 2010.

Reconstrucción documental. Es aquella reconstrucción virtual cuya finalidad principal es aumentar el grado de conocimiento científico que se tiene sobre un determinado yacimiento arqueológico o monumento. Esta clase de reconstrucciones están ligadas con el campo de la investigación científica pues permiten el estudio y análisis del espacio construido lo que favorece la creación de nuevas hipótesis de trabajo.

Reconstrucción proyectual. Es aquella reconstrucción virtual cuya finalidad principal es preparar la propuesta museográfica a ejecutar en un determinado museo, monumento o yacimiento arqueológico. En este caso no se trata de reconstruir virtualmente como fue un determinado vestigio en el pasado sino cuál será el aspecto final del sitio una vez concluya el proceso de musealización.

Reconstrucción divulgativa. Es aquella reconstrucción virtual cuya finalidad principal es interpretar y presentar al público un determinado yacimiento arqueológico o monumento. Sin lugar a dudas es la reconstrucción virtual por excelencia, hasta tal punto que muchos gestores, e incluso investigadores, consideran de manera equivocada que es la única posible. La reconstrucción divulgativa trata de ofrecer una imagen más o menos plausible de cómo pudo ser la vida en el pasado.

Reconstrucción contextual. Es aquella reconstrucción virtual en la que además de reconstruir elementos arquitectónicos aislados se busca recrear el ambiente interior de los edificios y, por lo tanto, se completa con la incorporación de objetos muebles que dotan de un contexto mucho mayor a la simple reconstrucción arquitectónica.

Reconstrucción ambiental. Es aquella en la que se persigue reconstruir fielmente y por completo todo el ambiente que rodeó a un sitio arqueológico antes de convertirse en tal. Por ello, no sólo se reconstruyen elementos aislados sino conjuntos de edificios, bienes muebles e incluso el paisaje asociado con plantas y animales. El resultado obtenido es una especie de viaje al pasado en el que cada detalle tiene un alto valor interpretativo.

Recreación. Es aquella en la que se persigue reconstruir fielmente y por completo todo el ambiente que rodeó a un sitio arqueológico incluido el ser humano. En esencia es igual que la reconstrucción ambiental con la diferencia de que incorpora bien a personajes virtuales o bien directamente a actores que recrean los usos y costumbres del pasado. Es por lo tanto el grado máximo de reconstrucción que existe y supera en sí mismo en un sentido estricto el concepto de reconstrucción, siendo más aconsejable y apropiado hablar de recreación virtual. Sin lugar a dudas, éste es actualmente uno de los grandes retos a los que se enfrentan las reconstrucciones virtuales, pues la integración de la figura humana en las reconstrucciones sigue siendo en líneas generales una asignatura pendiente. Así, cuando se opta por integrar actores, el problema viene dado por la falta de interactividad que únicamente permite obtener imágenes fijas o videos, mientras que cuando se recurre a la utilización de personajes virtuales éstos resultan muy laboriosos de modelar y animar y rara vez resultan creíbles, excepto cuando se realizan tomas lejanas o generales que no permiten apreciar con demasiado detalle las figuras.

Reconstrucción conservadora. Es aquella reconstrucción volumétrica cuya finalidad principal es proteger los vestigios arqueológicos sobre los que se asienta. El hecho de que la finalidad primordial de esta clase de reconstrucciones sea proteger los restos arqueológicos no significa que no tengan también un carácter interpretativo pues tal cualidad es inherente a cualquier reconstrucción volumétrica sea del tipo que sea. Sin lugar a dudas, es la reconstrucción volumétrica por excelencia, pues soluciona con una sola intervención dos de los mayores problemas a los que se enfrentan los gestores del patrimonio arqueológico: la conservación y la difusión de los vestigios.

Reconstrucción interpretativa. Es aquella reconstrucción volumétrica cuya finalidad principal es interpretar y presentar al público un determinado yacimiento arqueológico. A diferencia de la reconstrucción conservadora, en este caso la principal y única finalidad es aumentar el grado de comprensión que el público puede llegar a alcanzar sobre un yacimiento arqueológico. Esta clase de reconstrucciones volumétricas son muy minoritarias pues no resuelven el principal quebradero de cabeza de las administraciones competentes: cómo proteger el patrimonio.

Reconstrucción abstracta. Es aquella reconstrucción volumétrica cuya única finalidad es insinuar de manera muy sutil los volúmenes y la forma original de un determinado vestigio arqueológico. Su técnica en muchas ocasiones recuerda al arte del alambre por lo que también podríamos hablar de reconstrucciones “alámbricas”. Generalmente las reconstrucciones abstractas están conectadas con las reconstrucciones interpretativas, aunque no todas las reconstrucciones abstractas son interpretativas.

Reconstrucción sólida. Es aquella reconstrucción volumétrica que restituye íntegramente los volúmenes originales de la cubierta y en algunas ocasiones también de los muros de cierre laterales. La superficie del elemento reconstruido queda completamente cubierta, normalmente a partir del uso de planchas de plástico, madera, metal o piedra. En función de la existencia o no de cierres laterales esta clase de reconstrucciones podrían subdividirse en abiertas y cerradas. Las reconstrucciones abiertas serían aquellas en las que no se restituyen los cierres laterales, mientras que por cerradas entenderíamos aquellas en las que no solo se restituye la cubierta sino también los muros de cierre laterales.




REFLEXIONES

Como ya viene siendo costumbre a lo largo del presente curso, las temáticas presentadas por el Prof. López-Menchero, gracias a su especialización, presentan un profuso interés. En el presente caso ha sido tratada la Presentación del Patrimonio Arqueológico, mostrándose desde las nociones básicas de la presentación e interpretación del patrimonio arqueológico, hasta el diseño y planteamientos necesarios para musealizar un espacio arqueológico, a través de la exposición de un recetario ideal de pautas a tener en cuenta y procesos a llevar a cabo a la hora de presentar nuestro patrimonio de una forma moderna y novedosa.

El autor nos muestra la problemática actual existente en el ámbito de la presentación del patrimonio arqueológico al público. La presentación tradicional recurre normalmente a la aplicación del modelo denominado yacimientos fosilizados (SANTACANA, 2012), el cual presenta multitud de desventajas y problemas. Por un lado nos encontramos la problemática referente a la conceptualización del espacio y de los volúmenes, ya que no todas las personas poseen desarrollada totalmente una cierta inteligencia espacial –etapas infantiles-; la descodificación y lectura de planos, ya que tan solo son útiles a usuarios que comprenden el lenguaje gráfico de las planimetrías; problemática de las proporciones y distancias; dificultad de interpretación de simultaneidad de elementos arqueológicos manipulados y superpuestos, y sobre todo, dificultad de conceptualización del tiempo.

Sin embargo, a lo largo del capítulo se nos ofrecen métodos y técnicas, tanto tradicionales como novedosas, con los que proporcionar las herramientas mentales y metodológicas necesarias para alcanzar la presentación e interpretación óptima del yacimiento arqueológico.

Entre ellas cabe destacar las reconstrucciones volumétricas, virtuales, etc., pero de especial interés personal ha tenido la temática expuesta en relación con la estrategia o técnica denominada “Abierto por Obras”. Se define como una técnica de Presentación del Patrimonio, que consiste en abrir al público los trabajos de conservación y restauración que se desarrollan en monumentos o sitios culturales, implicando activamente a la sociedad en esta labor, actuando de este modo , a su vez, como campaña de concienciación en la importancia de conservar y proteger el patrimonio cultural.

Actualmente “Abierto por obras” © es una marca registrada y proyecto desarrollado por la Fundación Catedral Santa María (Vitori), que ofrece un salto cualitativo en el tradicional concepto de visita patrimonial. A día de hoy este proyecto se ha puesto en marcha en numerosos monumentos españoles, como es el caso de Pamplona, la Catedral de León, las iglesias que integran el programa Zamora Románica o el Castillo de la Mata en Las Palmas de Gran Canaria.

Por otro lado hemos de destacar la temática relacionada con la técnica de la Reconstrucción Real, parcial o integral, del patrimonio. Cuando se analiza el comportamiento del público ante yacimientos reconstruidos in situ, la interactividad que se desencadena en ellos permite el desarrollo de experiencias muy diversas, ya que suelen ser atractivos para los usuarios y, ante todo, ayudan a los procesos de conceptualización del espacio.

“La experiencia es la base del conocimiento puesto que el conocimiento adquirido a través de la experiencia es mucho más difícil de olvidar que aquel que se adquiere a través de la palabra.”

Sin embargo, cabe matizar la problemática latente en torno a esta técnica de Presentación del Patrimonio, concretamente en nuestro país. He de remarcar que mi posición no es contraria al uso de esta técnica, siempre y cuando sea llevada a cabo respetando los principios básicos marcados por el grueso de la normativa, tanto Internacional como Nacional, y por la propia ética profesional, en materia tanto de protección, conservación y/o presentación e interpretación del Patrimonio, sin embargo, hemos de ser conscientes que las Reconstrucciones Reales, bien de naturaleza parcial o integral, no se encuentran contempladas como técnicas de conservación, consolidación y mejora del Patrimonio Histórico, y mucho menos como técnica de Presentación en la Ley 16/1985, de 25 de junio, del Patrimonio Histórico Español, excepto en casos determinados, al igual que ocurre en las autonómicas en materia de Patrimonio.

Sin embargo, y aquí llega la ambigüedad de nuestro sistema legislativo, cotidianamente en proyectos de intervención en el Patrimonio Arqueológico solemos encontrar términos como reparación, consolidación, restauración, rehabilitación, reintegración, recuperación, restitución, recomposición, anastilosis… términos etimológicamente dispares, pero que en la práctica en el ámbito de la Preservación y Presentación del Patrimonio Cultural Español son sinónimos del encubierto, y parece que hasta “tabú”, término “reconstrucción”. Y el problema se agrava cuando estos proyectos son llevados a cabo por técnicos –ya sean arqueólogos, historiadores, arquitectos y/o constructores- que anteponen intereses bien políticos, económicos o los suyos propios, a los propiamente “legislados” principios básicos de Gestión Integral del Patrimonio Cultural, y todo ello bajo el beneplácito de la propia Administración.



Es evidente que debemos evitar casos como los de Knossos, pero eso ocurrió a principios del s. XX –aunque como siempre en el caso español vamos con retraso, ejemplo de ello lo tenemos en la Restauración del Teatro romano de Sagunto en 1983/93, llevada a cabo por los reconocidos arquitectos Giorgio Grassi y Manuel Portaceli, y otros muchos casos en ámbitos locales-, pero al margen de esto, el hecho es que la Gestión Integral del Patrimonio a nivel internacional, sobre todo en Europa, ha evolucionado de forma muy positiva a lo largo de esta centuria, y es necesario que España se sume a esta evolución a través del establecimiento de las bases conceptuales, una terminología estandarizada y principios profesionales consensuados sobre la Gestión Integral del Patrimonio Histórico Español en el siglo XXI, basados en los Principios Básicos Internacionales.


“El Patrimonio Histórico Español es una riqueza colectiva que contiene las expresiones más dignas de aprecio en la aportación histórica de los españoles a la cultura universal. Su valor lo proporciona la estima que, como elemento de identidad cultural, merece a la sensibilidad de los ciudadanos. Porque los bienes que lo integran se han convertido en patrimoniales debido exclusivamente a la acción social que cumplen, directamente derivada del aprecio con que los mismos ciudadanos los han ido revalorizando. En consecuencia, y como objetivo último, la Ley no busca sino el acceso a los bienes que constituyen nuestro Patrimonio Histórico. Todas las medidas de protección y fomento que la Ley establece solo cobran sentido si, al final, conducen a que un número cada vez mayor de ciudadanos pueda contemplar y disfrutar las obras que son herencia de la capacidad colectiva de un pueblo. Porque en un Estado democrático estos bienes deben estar adecuadamente puestos al servicio de la colectividad en el convencimiento de que con su disfrute se facilita el acceso a la cultura y que ésta, en definitiva, es camino seguro hacia la libertad de los pueblos”.


Preámbulo de la Ley 16/1985, de 25 de junio, del Patrimonio Histórico Español







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