Prof. Dr. D. Víctor Manuel
López-Menchero Bendicho
Laboratorio de Arqueologogía,
Patrimonio y Tecnologías Emergentes. LAPTE.
Universidad de
Castilla-La Mancha. UCLM. Ciudad Real. España.
“Debemos ir juntos a la reconquista de la
razón y de los valores que fundan la legitimidad de un espacio de convivencia
donde las palabras de dignidad, de justicia y de libertad tengan que expresarse
de la misma forma y conjugarse con las mismas exigencias, cualesquiera que sean
nuestros orígenes, nuestras culturas o nuestras espiritualidades.”
Su Majestad el Rey Mohammed VI, Rey de
Marruecos
BREVE DESCRIPCIÓN DE LOS CONTENIDOS
En este capítulo se abre con el análisis y
descripción de los grandes organismos internacionales vinculados con el campo
del patrimonio cultural.
Con posterioridad se tratan las principales
recomendaciones, cartas, protocolos, declaraciones, principios, convenciones,
etc., aprobadas a nivel internacional en relación a los múltiples aspectos que
convergen en la gestión del patrimonio cultural; dedicando dos apartados
íntegros al desarrollo y análisis de la Carta de Londres y los Principios de
Sevilla.
OBJETIVOS ALCANZADOS
El
trabajo de este capítulo proporciona un conocimiento pormenorizado de las
instituciones, recomendaciones y normativa internacional en materia de
patrimonio cultural, especialmente con aquellos criterios necesarios para
diseñar un proyecto de arqueología virtual sólido desde el punto de vista
científico.
REFLEXIONES
El trabajo de este tema ha requerido, al menos en
mi caso, de una pormenorizada labor de documentación y análisis, tanto
bibliográfico como web, en torno a la temática tratada, la cual considero, como
profesional, de máxima importancia.
La preservación del Patrimonio Cultural suscita
cada vez mayores preocupaciones. La aceleración del progreso tecnológico es
espectacular y la revolución de la información y la globalización de la
economía hacen recaer sobre el patrimonio amenazas a la vez más inmediatas y
generales que en ningún otro momento del pasado, exceptuando los periodos de
guerra. Por doquier, el patrimonio cultural puede verse amenazado por las
enormes obras públicas que las modernas técnicas de la ingeniería civil han
hecho posibles, la construcción de carreteras y aeropuertos, la explotación
minera y el desarrollo industrial, los trabajos hidráulicos y la recuperación
de tierras, la urbanización y los proyectos de urbanismos, y la modernización
de los cascos antiguos de las ciudades, así como la evolución de las formas de
ocupación de los suelos son importantes factores que pueden redundar en daños
considerables en elementos importantes del patrimonio, e influir en su total
desaparición.
El Patrimonio Cultural, en toda su diversidad, como
bien consumible y patrimonio del conjunto de la Humanidad, debe ser fruto de
una planificación y control de las actividades que se ejercen sobre él y de
todas aquellas actividades que, indirectamente pudieran afectarle. La
responsabilidad de esta planificación y control debe recaer de forma obligada
sobre aquellas instituciones y organismos que, desde el ámbito internacional
hasta el local, ostentan la representación de los distintos Pueblos,
ajustándose a las distintas realidades jurídico-políticas y económicas de los
países.
Tras estos planteamientos observamos la necesidad
de constituir un Comité Internacional dedicado al campo específico de la
Arqueología Virtual, conformado por científicos y técnicos expertos en esta
materia, que se ocupen de promover la teoría, la metodología y la tecnología
aplicada a la investigación, conservación y difusión del Patrimonio
Arqueológico; reuniendo, profundizando y difundiendo la información sobre los principios,
técnicas, legislación y políticas de conservación y salvaguarda del mismo;
fomentando la adopción y aplicación de las convenciones y recomendaciones
internacionales relativas a la materia; y elaborando los documentos doctrinales
necesarios para la aplicación de las cartas de Londres y Sevilla dentro del marco
evolutivo de la noción de la Arqueología Virtual, ya que la necesidad de un
código deontológico parece clara en este ámbito.
Respecto a las normativas, destacar que las
cartas de Londres y Sevilla posteriormente, y sus distintas actualizaciones,
constituyen hasta la fecha los documentos internacionales que más han avanzado
en esta dirección. Pero aunque son un punto de partida muy importante, destacar
que ninguna de ellas ha sido ratificada aún por la Asamblea General de ICOMOS.
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